COSAS OLVIDADAS
Algo se te ha olvidado.
Tal vez
el disco de tangos
o alguna canción de Silvio;
el montón de viejos libros
que te gustaba leer;
los conciertos de Baglietto
grabados en un CD
y tu foto en nuestra sala,
la que a ti no te gustaba
pero que aún sigue ahí.
Se te olvidó
la bufanda para los días de invierno,
el esmalte de tus uñas
y un trozo de lápiz labial;
tu taza para el café
y en la cocina colgado
también se quedó olvidado
un manchado delantal.
El conejo
que abrazabas cuando íbamos de viaje,
que no fue con tu equipaje
y te espera
cada noche en tu lado de la cama
por si vienes a buscarlo
para contigo soñar.
No recordaste llevar
tu cepillo de dientes,
el cofre con los pendientes
y la bata de dormir;
las pantuflas amarillas,
las rosas
y las orquídeas que cada día cuidabas,
tu mecedora en la sala
y el mate muy calentito.
Se te olvidó
el manuscrito con cien poemas de amor,
también el televisor y tu gastado abanico;
el perro
que te esperaba alborotando la casa
y el sofá de la terraza
donde pasabas las tardes.
Si vienes por esas cosas;
estarán bajo la alfombra,
allí donde las dejaste,
las llaves de nuestra puerta
que no he querido guardar,
está también la canción
que nunca fue terminada.
Y estoy yo con todo eso
por si quieres regresar.
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